CÓMO SEPARAR YEMAS Y CLARAS DE HUEVO

¿CUÁL ES LA DIFERENCIA ENTRE YEMAS Y CLARAS DE HUEVO?

El huevo, que en su interior se compone de dos elementos, yema y clara, es uno de los alimentos más ricos en nutrientes. Por un lado, la yema (la parte amarillenta) contiene la mayoría de proteínas, minerales, grasas y vitaminas del huevo. Por otro lado, la clara supone un importante aporte de vitaminas, minerales, proteínas y agua.

Separar ambas no es tan fácil. Existen diversos métodos, pero hay algunos súper sencillos. En cuanto le cojas el truco, separarás las yemas y las claras en un abrir y cerrar de ojos. Sin duda, una técnica que te será muy útil especialmente en la elaboración de muchos postres.

INGREDIENTES
NECESARIOS:

  • Huevos


UTENSILIOS
NECESARIOS:

  • Cuencos
  • Separador de claras
  • Cuchara
  • Colador
  • Espumadera
  • Botella de plástico

6 TÉCNICAS PARA SEPARAR CLARAS Y YEMAS DE HUEVO

  1. Con las manos: Casca un huevo sobre la palma de tu mano y deja que la clara se vaya escurriendo entre tus dedos mientras cae en un cuenco para aprovecharla. Cuando esté totalmente decantada, puedes colocar la yema sobre otro cuenco.
  2. Con la cáscara del huevo: De la misma manera que con las manos, ve pasando la yema de una mitad de la cáscara a la otra mientras la clara va cayendo sobre un cuenco hasta que logres quedarte solo con la yema.
  3. Con un separador de claras: Puede que no sea la primera vez que escuchas hablar de este instrumento, pero es muy fácil de utilizar. Colócalo sobre un cuenco y casca un huevo sobre él. La clara se escurrirá por los agujeros, mientras que la yema se quedará sobre el colador.
  4. Con una cuchara: Casca un huevo y échalo en un cuenco. Utiliza una cuchara para agarrar la yema, sácala y colócala en otro bol.
  5. Con un colador o espumadera: Al igual que con el separador de claras, coloca el colador o la espumadera sobre un cuenco y casca un huevo encima. La clara se escurrirá poco a poco. ¡Es importante que tenga los agujeros pequeños!
  6. Con una botella de plástico: El método más complicado, aunque uno de los más divertidos. Casca un huevo en un cuenco y, con una botella boca abajo, toca la yema del huevo mientras aprietas un poco la botella. Deja de hacer presión sobre la botella y verás que la yema es absorbida por la botella.