Si eres amante de los postres suaves y ligeros, seguro que alguna vez te has preguntado ¿cómo se hace el bizcocho japonés? Este pastel, también conocido como castella japonesa, se ha hecho popular por su textura aireada, su suavidad extrema y un movimiento en vaivén que parece casi mágico. A continuación, te contamos todo lo que necesitas saber para prepararlo en casa, desde la diferencia con un bizcocho tradicional hasta la receta de bizcocho japonés, los trucos para que quede perfecto y cómo conservarlo.
A diferencia de un bizcocho tradicional, el bizcocho esponjoso japonés (también llamado pastel japonés esponjoso o bizcocho de algodón japonés) tiene una textura mucho más ligera y sedosa, estilo soufflé gracias a su preparación con claras montadas a punto de nieve, similares a un merengue.
Otro rasgo distintivo es que se cuece al baño maría, lo que contribuye a esa esponjosidad que lo caracteriza. En lugar de mantequilla, se suele usar aceite vegetal o una buena nata para montar como la de Central Lechera Asturiana, que aporta una textura cremosa sin apelmazar.
Aunque si hay una receta de bizcocho español que se parece al bizcocho japonés en textura y ligereza: se trata del bizcocho de claras montadas o también bizcocho de yogur muy esponjoso usando claras a punto de nieve. Aunque no es tan algodonoso como el nipón, su textura ligera y aireada recuerda bastante al pastel japonés.
Esta receta de bizcocho japonés es fácil si sigues los pasos con mimo. Aquí te explicamos cómo hacerlo:
La calidad de los ingredientes marca la diferencia. Usar productos como la Nata y Leche Central Lechera Asturiana, elaboradas con leche 100 % natural y sin aditivos artificiales, ayuda a conseguir la textura suave que buscamos y un sabor auténtico.
Una vez que hayas horneado este pastel japonés esponjoso, lo mejor es dejarlo enfriar completamente antes de desmoldar. Puedes conservarlo en un recipiente hermético en la nevera durante 3 o 4 días.
También puedes congelarlo: corta porciones y envuélvelas en papel film antes de guardarlas. Cuando lo vayas a consumir, saca con tiempo para que recupere su textura.
Utiliza huevos a temperatura ambiente.
Monta bien las claras; deben quedar brillantes y con picos firmes.
Incorpora las claras en movimientos suaves, para conservar el aire.
No abras el horno durante la cocción, ya que un cambio brusco de temperatura puede hacer que se baje.
Antes de empezar, asegúrate de tener listos todos los ingredientes del bizcocho japonés. Te proponemos una versión suave, con productos de confianza y sabor auténtico:
Si quieres variar, puedes probar versiones como el bizcocho de queso japonés o el bizcocho japonés de chocolate, usando cacao puro en polvo.