La deficiencia de magnesio y los lácteos como opción

Actualmente existen estudios que revelan que en esta última década tanto en España, como en Europa, la población no llega a cubrir las ingestas recomendadas de magnesio.

El magnesio es un mineral esencial para multitud de funciones en nuestro organismo. Destaca por su actividad en el hueso, siendo importantísimo para la salud ósea y prevención de osteoporosis. Tiene una función importante en el músculo y contribuye a la relajación y contracción muscular, por lo que también es clave para la recuperación y mantenimiento de la masa muscular. Además, realiza funciones primordiales a nivel cardiovascular y cerebral o cognitivo.

En concreto, en las investigaciones que se realizaron para el estudio ANIBES, se concluyó que hubo deficiencia significativa en la cantidad recomendada del magnesio, además de calcio y vitamina D.

La ingesta recomendada de magnesio es de 330-350 mg en mujeres y hombres adultos sanos. En los niños, en función de la edad y la etapa de desarrollo en la que se encuentran, se recomienda una ingesta de 120-250mg, mientras que en los adolescentes encontramos valores de 300-350 mg en las tablas españolas.

Entre los grupos de origen animal, los lácteos contienen una más que suficiente cantidad de magnesio, destacando su contenido en vitamina D y calcio. En el marco de una alimentación variada y equilibrada se recomienda el consumo de 2 a 3 raciones diarias de leche y sus derivados, dependiendo de la edad y la situación fisiológica. El consumo de 2 o 3 raciones de lácteos, como lo es un vaso de leche, una ración de yogur y queso pueden aportar aproximadamente hasta un 20% de las recomendaciones diarias en los adultos, mientras que en los niños puede llegar a cubrir hasta un 30 % de las necesidades de las ingestas recomendadas del magnesio.