Recetas ligeras: alimentación natural para cuidarte

alimentación natural

 

Si estás leyendo este post es porque te has propuesto cuidar tu alimentación, establecer hábitos y rutinas más saludables que te ayuden a mantener una vida sana.

Lo primero que debes tener en cuenta es que las dietas milagro no existen, la base del éxito es llevar una dieta equilibrada, tu cuerpo debe acostumbrarse a comer distintos tipos de alimentos. Una dieta equilibrada es aquella que conlleva los nutrientes y energía en cantidades óptimas para que el organismo pueda desarrollar su actividad diaria en un contexto de salud física y mental.

Disfruta de un desayuno sano

Comienza tus días con un desayuno saludable y nutritivo, debes incluir algún alimento feculento como el pan, las tostadas o los cereales, una pieza de fruta y un aporte de lácteos. Si estás buscando cuidarte en Central Lechera Asturiana te presentamos la Leche desnatada 0,0%, ideal para aquellos consumidores más exigentes que no quieren ver la grasa ni en pintura.

Quizás te animes a elaborar tu propio muesli, la opción más natural para cuidarte.

Ingredientes:

  • 200 g de miel
  • 1 rama de vainilla
  • 300 g de avena
  • 25 g de salvado de avena
  • 100 g de almendras
  • 75 g de semillas de calabaza
  • 50 g de semillas de lino
  • 100 g de frutas deshidratadas
  • 1/2 cucharadita de sal

Extrae el interior de la rama de vainilla y mézclalo con la miel, caliéntala en un cazo o en el microondas hasta que obtengas una textura líquida. Mezcla los frutos secos y cereales en un bol (nosotros compartimos nuestros favoritos, pero esta receta admite variaciones en base a tus gustos). Extiende la mezcla en papel de horno sobre una bandeja, añade una pizca de sal  e introdúcela en el horno precalentado a 170º durante 30 minutos, remueve cada 10 minutos para que no se pegue. Deja enfriar la mezcla y añade las frutas deshidratadas, ahora solo tienes que conservar el muesli casero en un lugar seco y estará listo para mezclar con leche o un yogur natural desnatado ¡tú decides!

Empezar el día con un desayuno saludable es el primer paso para mejorar el resto de tus hábitos alimenticios. No sólo debes cuidarte en el desayuno, cada comida que realices a lo largo del día es importante, la media mañana y la merienda son fundamentales, no dejes pasar más de 5 horas entre cada comida, de este modo llegarás con menos apetito a las comidas y cenas principales, eso calmará tu sensación de ansiedad. Existen muchas opciones saludables y deliciosas para tomar en estas comidas. Frutos secos, un yogur desnatado o alguna pieza de fruta son perfectos para saciar tu apetito de forma sana.

Alimentación natural: En la variedad está el gusto

Realiza comidas equilibradas, evita los platos copiosos que te generen malas digestiones, no consumas fritos ni grasas, incluye proteínas, hidratos y vegetales combinándolos en base a tus gustos. Cuanto más variado sea tu menú, menos probabilidades existen de que abandones la dieta las primeras semanas.

Si eres de los que comen de táper, tampoco tienes excusa para no cuidarte, además algo muy positivo de este formato es que nos permite planificar y controlar lo que vamos a comer en los días o semanas.

Ya has superado más de la mitad del día y se acerca la hora de la cena. ¡No te saltes la merienda! Lo ideal es no llegar con sensación de ansiedad. Tómate tu tiempo y no cojas lo primero que veas en la despensa. Si te sobran ganas pero te faltan ideas, tenemos la solución perfecta para ti. Descárgate nuestra guía de cenas ligeras para empezar a cuidarte y encontrarás platos saludables que podrás incorporar en tus cenas.

Para poder innovar en tus cenas debes tener clara la base sobre la que puedes construir tus platos:

  • Algo ligero y saludable para cenar: No debes cometer el error de evitar las cenas, la cena es clave para afrontar el día siguiente con energía, por la noche nuestro metabolismo sigue trabajando, saltándote las cenas provocarás que el metabolismo se ralentice, consuma menos calorías y en consecuencia en vez de perder quilos los ganes. La cena perfecta sería aquella en la que no te llenas del todo, pero tampoco te levantas con hambre. De este modo conciliarás mejor el sueño y te despertarás con el apetito necesario para desayunar con ganas.
  • ¿Qué pasa con los hidratos?: No elimines los hidratos de tu dieta, simplemente evita consumirlos por la noche, puedes ingerir de vez en cuando pequeñas cantidades; por ejemplo, un poco de arroz integral salteado con verduritas, o acompañar tu plato con una rebanada de pan integral, pero no abuses de su consumo por la noche, ya que este grupo de alimentos te aporta energía que no gastarás, ya que sería la hora de dormir. Lo más importante es mantener un equilibrio entre las calorías que consumimos y las que nuestro cuerpo necesita, y por lo tanto quema.
  • La hora sí importa: Nuestra costumbre de cenar mientras vemos la televisión, justo antes de ir a dormir, no es la mejor rutina que debemos seguir. Lo ideal es cenar un par de horas antes de acostarte. De ese modo, cuando nos metamos en la cama la digestión ya no será un problema.

Llevar a cabo una alimentación saludable es fácil y sencillo, simplemente debes tener en cuenta que el metabolismo no es tan simple como podemos llegar a pensar. Para perder peso debes combinar una alimentación equilibrada con ejercicio físico. Ten paciencia, los milagros no existen, pero si sigues nuestros consejos de alimentación y los combinas con un poco de ejercicio físico a diario conseguirás grandes resultados.