Componentes bioactivos de la leche y sus derivados, y sus funciones para la salud

La leche y sus derivados son alimentos completos que proporcionan un elevado contenido de nutrientes. Tiene una composición muy equilibrada al aportar proteínas de alto valor biológico, grasa, hidratos de carbono (lactosa), vitaminas liposolubles y minerales de gran biodisponibilidad, por ello, su consumo se considera un hábito clave para obtener una alimentación completa en todas las etapas de la vida.

El consumo de la leche y sus derivados no se limitan solo a los valores nutricionales de sus nutrientes, sino también, son conocidos por sus componentes bioactivos.

Estos componentes, principalmente se encuentran como fragmentos en la estructura de algunos nutrientes, como son las proteínas y los lípidos, pero también pueden ser producidos por medio de fermentación de la leche. Estos elementos ejercen una actividad fisiológica beneficiosa para nuestra salud.

Los componentes bioactivos más reconocidos de los lácteos y sus derivados son principalmente proteínas, péptidos y ácidos grasos entre los más destacados, α-lactoalbúmina (α-LA), β-lactoglobulina (β-LG), caseínas (CN), inmunoglobulinas (Ig), lactoferrina, acido linoleico conjugado (CLA) y ácido butírico.

Investigaciones reportan que las proteínas intactas de la leche presentan gran variedad de actividades biológicas, por ejemplo, la α-lactoalbúmina (α-LA), β-lactoglobulina (β-LG) ha relevado de ser proteínas de unión con metales y específicamente para el calcio mejorando su absorción, y también tienen un efecto protector contra la lesión de la mucosa gástrica.

Los péptidos bioactivos obtenidos de las proteínas de los lácteos presentan funciones antimicrobiales, inmunomoduladoras, antitrombóticas y de transporte de minerales. También se ha encontrado que son capaces de disminuir la presión sanguínea de sujetos hipertensos. Las inmunoglobulinas tienen un efecto inmunoprotector, la lactoferrina despliega actividad antibacterial mientras que los péptidos derivados de la caseína presentan una actividad immunomoduladora y opioide.

Adicionalmente, el ácido linoleico conjugado es un componente bioactivo de la grasa láctea de mayor interés ya que su presencia está asociada con una actividad protectora para la salud cardiovascular, además, contribuye en la reducción de la deposición de la grasa corporal y estimula la función inmune.

El ácido butírico es un ácido graso de cadena corta implicado en el equilibrio de la función barrera y en la motilidad intestinal, ejerce efectos nutricionales, inmunomoduladores y antiinflamatorios sobre el epitelio intestinal.

Referencias