Lavamos los fresones, y los pasamos por la batidora, añadiéndole a este puré el zumo de un limón y la corteza rallada del otro limón que nos queda.
A continuación incorporamos la leche condensada y la nata montada (podemos utilizar la cómoda nata de spray).
Repartimos la espuma en copas o cuencos individuales, y la introducimos en el frigorífico durante varias horas, para que se enfríe y tome mayor consistencia.
Se sirve adornada con fresones y si se desea, con barquillos y fideos de colores, de los que venden para confiterías.