¿Quieres probar unas croquetas diferentes y con un sabor especial? Estas croquetas de cecina y puerro son una opción perfecta para salir de la rutina y preparar un plato rico de una manera diferente. El puerro es una verdura muy aromática que le da un toque especial a muchos de nuestros platos, pero… ¿Alguna vez lo has probado en las croquetas? ¡Queda increíble! Y combinado con el sabor intenso y salado de la cecina… ¡Mmm!
Las croquetas son un plato que gusta a casi todo el mundo y suelen desaparecer cuando las pones sobre una mesa entre otros platos para picar. Además, si tienes en cuenta las proporciones, cocinas bien la harina y haces una bechamel sin grumos, ¡te quedarán deliciosas!
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Ahora solo queda seguir los pasos y prepararte para disfrutar de la mejor receta de croquetas de cecina y puerro. ¡A por ellas!
En primer lugar lavamos bien el puerro con cuidado de que no nos quede tierra entre las hojas más superficiales.
Lo picamos bien fino.
En una sartén ponemos un poco de mantequilla y sofreímos el puerro hasta que esté tierno y dorado.
A continuación, añadimos la cecina picada bien finita y removemos unos minutos sin dejar que se endurezca para que se incorporen los sabores y reservamos.
¡Ahora toca preparar la bechamel! Ponemos una cazuela ancha o una sartén ancha y alta al fuego y calentamos la mantequilla a fuego suave.
Cuando se haya disuelto, echamos la harina espolvoreándola sobre todo el fondo.
Removemos enérgicamente con unas varillas durante unos 5 minutos para que la harina se cocine bien y nuestras croquetas no sepan a harina cruda.
Cuando la harina esté cocinada, pero no tostada, agregamos la leche del tiempo poco a poco y sin dejar de remover para evitar que se formen grumos.
Subimos el fuego y, sin parar de remover, cuando comience a hervir la mezcla salpimentamos y añadimos la nuez moscada al gusto, la cecina y el puerro.
Seguimos removiendo y dejamos que la masa espese y hierva hasta lograr una buena consistencia.
Después, vertemos la masa en una fuente plana para facilitar que enfríe más rápido.
Podemos esperar unas horas o refrigerarla tapada con un plástico tipo film en la nevera para acelerar el proceso. El plástico evitará que la masa se humedezca.
Con la masa ya fría, damos forma a las croquetas con ayuda de una cuchara y nuestras manos. Cogemos porciones de masa, hacemos la forma con otra cuchara o con las manos y pasamos por pan rallado, huevo y pan rallado, en este orden.
Una vez hayamos formado todas las croquetas, ponemos una sartén con abundante aceite para freír al fuego y esperamos a que caliente bien para empezar a cocinar nuestras croquetas caseras de cecina y puerro lo suficiente como para que se doren, pero sin tostarlas demasiado.
Al sacarlas, las colocamos en un papel de cocina absorbente para que escurran el aceite. ¡Y a disfrutar!
Para cortar y lavar bien el puerro haz dos cortes longitudinales en la parte más verde para abrirla en 4 partes y pasarlas por el grifo.
Cuando hagas una bechamel lo ideal es que, al hervir, la masa forme burbujas grandes que al explotar dejen ver ligeramente la cazuela. ¡Ese es el punto perfecto!
Moja tus manos antes de dar forma a tus croquetas para que la masa no se te pegue a los dedos.
Fríe tus croquetas en aceite bien caliente, pero sin que humee. Si fríes muchas, retira los restos de pan rallado que puedan quedar en la sartén antes de seguir friendo, así no cogerán sabor a quemado.
La bechamel debe quedar densa para poder dar forma a nuestras croquetas sin problemas.