Una de las claves para que las croquetas no se abran al freírlas es hacer una buena masa. Cuanto más densa sea la masa, más fácil será freírlas, pero si te pasas, las croquetas quedarán duras. Sin embargo, si la masa está muy líquida, las croquetas quedarán muy esponjosas y cremosas, pero si te pasas, se romperán al freírse. Entonces, ¿cuál es el punto ideal de la masa de croquetas?
La clave está en elaborar una bechamel espesa, pero tirando a líquida, ya que luego se endurecerá cuando la masa repose en la nevera. Además, cuando rebocemos las croquetas debemos asegurarnos de que están recubiertas de pan rallado, para que la masa no se escape por ningún pequeño orificio mientras estén en la sartén.