Calabaza, cuidando
nuestro sistema inmunitario
La calabaza es una planta familia de las cucurbitáceas, cultivada desde hace muchísimos años en la zona mediterránea. Existen varios tipos, aunque su clasificación se podría simplificar en: calabaza de verano y calabaza de invierno; las principales diferencias son que la piel de la calabaza de verano es más fina que la de la calabaza de invierno y que la primera contiene mayor cantidad de agua que la calabaza de invierno.
Valor nutricional
Por 100 g de porción comestible
Valor energético: 28,37 kcal
Grasas: 0,13 g
Hidratos de carbono: 4,59 g
Fibra: 2,16 g
Proteína: 1,13 g
Agua: 92 g
Existen muchos tipos de calabazas en el mundo. La mayoría de variedades pesan entre 2-8 kg, pero hay calabazas que pueden alcanzar los 600 kg.
Al igual que la gran parte de verduras y hortalizas, la calabaza se compone, casi en su totalidad, por agua, por lo que aporta poca energía. Esto hace que quede muy poco espacio para los demás componentes. Las kcal que aporta vienen definidas por los hidratos de carbono, ya que el apartado proteico y graso es mínimo.
Las vitaminas y los minerales sí tienen una mayor presencia. Carotenoides, vitamina A y vitamina C como vitaminas destacadas. A nivel mineral, el potasio, el magnesio y el calcio son aportados en mayor cantidad. Casi la mitad de los hidratos de carbono son en forma de fibra, tanto soluble como insoluble. Al tener bastante fibra, la calabaza en un buen aliado para mejorar el tránsito intestinal.
Beneficios de la calabaza para la salud
Los carotenoides se encuentran en gran cantidad en la calabaza, son los que le dan el color anaranjado. Dentro de los carotenoides hay varios tipos: los más representativos de la calabaza son los betacarotenos, también conocidos como provitamina A ya que, dentro del cuerpo humano, el betacaroteno es transformado a vitamina A.
La fibra mejora el tránsito intestinal y además actúa como prebiótico.
La presencia de compuestos fitoquímicos bioactivos en la calabaza hace que este alimento proteja al organismo de patologías como la diabetes, problemas hepáticos, enfermedades cardiovasculares, incluso algunos tipos de cáncer.
La calabaza en la cocina
Es un alimento totalmente saludable y económico por lo que es recomendable incluirlo en tu alimentación habitual. Además, es muy versátil, pudiendo estar presente en platos totalmente diferentes, desde la propia verdura salteada a un postre.
Se pueden consumir crudas como batido, preparadas al vapor o en un asado. En forma de crema que suele ser lo más típico o incluso tartas y bizcochos con base de esta hortaliza.
Las pipas de la calabaza son aprovechables, se pueden añadir en cualquier plato, incluso comerlas solas.
